Durante los últimos años ha disminuido el uso de maderas finas en la arquitectura, en parte por el alto costo que representan, pero principalmente por la conciencia ecológica que se ha venido desarrollando en torno a este recurso.

A pesar de que puede optarse por el consumo de maderas sustentables (maderas provenientes de bosques exclusivos para este propósito, con continua reforestación y con técnicas de extracción y procesamiento responsables), muchos seguimos escépticos con respecto a la veracidad de dicha catalogación.

Sin embargo, todos estamos de acuerdo con la belleza natural que posee la madera. Pocos materiales otorgan a un ambiente tal calidez, además de que puede encontrarse en una amplia gama de colores (negros, grises, rojizos, naranjas, castaños e incluso blancos).

Afortunadamente, la tecnología se ha puesto de nuestro lado y se han desarrollado productos que, sin dejar de lado la estética, son verdaderamente amigables con el medio ambiente:

Por ejemplo, la empresa mexicana Green Deck elabora maderas compuestas que tienen todas las propiedades térmicas y visuales de las maderas preciosas, pero que a diferencia de éstas no tienen ningún impacto ambiental negativo. Al contrario, para su elaboración se utiliza material reciclado (pet de desperdicio combinado con fibras naturales recicladas) y a la vez son reciclables en su totalidad.

Su principal uso es en deck para exteriores (roof gardens y andadores), ya que no requiere mantenimiento y es impermeable, por lo que no se hincha ni se desprende como las maderas tropicales. También funciona perfectamente como parquet en interiores, recubrimientos, pergolados, mobiliario urbano, escaleras y barandales.

Otra ventaja es la sencilla instalación: únicamente se ensamblan las piezas sobre un bastidor metálico con una pieza plástica (galleta) que une las tablas.

Por si fuera poco, el costo es bastante atractivo. El metro cuadrado de Green Deck cuesta 50 dólares, contra un promedio de 120 de uno de madera 100% (precios sin instalación y sin bastidor).

Si por algún motivo el cliente insiste en una madera natural, siempre existe la alternativa del bamboo, que se regenera en un lapso de tiempo muy corto y la apariencia es muy similar a la del nogal. La desventaja es que el bamboo requiere grandes cantidades de agua para su crecimiento.

Por otro lado, si de muebles se trata, están los tableros de madera (MDF y aglomerados) para interiores que tienen distintas texturas y acabados, elaborados a partir de fibras recicladas y maderas certificadas. En lo personal, recomiendo su uso en cocinas y closets o vestidores, ya que la apariencia es inmejorable y su armado es rápido y limpio.

Publicado por Revista Obras el Viernes, 24 de mayo de 2013 a las 10:00