Blanca Roncalli es argentina, pero reside en México desde hace 45 años. 

Siempre ha tenido gusto por las casas grandes. En un inicio, vivían en la misma casa su difunto esposo, sus tres hijos y posteriormente su nieta. 

Hoy en día vive sola con su hijo menor; motivo por el cual, de vivir en residencias de más de 600m2 decidió rentar un pequeño departamento de 64m2.

La desición fue difícil. Tuvo que deshacerse de vasta cantidad de cosas, incluyendo obras de arte, mobiliario y accesorios, pero se logró una vivienda chica ambientada con un excelente gusto.

El reto fue grande, pues todos sus muebles correspondian a las grandes dimensiones a las que estaba acostumbrada. 

Los colores base son neutros gracias a la recurrente presencia de madera, pero con constantes acentos de intensos colores, como lo marca la tradición mexicana.

Los muebles y demás complementos (jarrones, vajillas, tapetes y adornos artesanales) fueron comprados en pueblos mexicanos como zapopan, oaxaca, taxco, cuautla, entre muchos otros.

Posee también con una colección personal de mates argentinos y algunos otros utensilios provenientes del sureño país.

Otro detalle que caracteriza éste espacio, es el uso de vegetación natural. Cuenta con la presencia de plantas de distintas especies, todas cuidadas con esmero, pues aportan vida, alegría y colorido adicional.

El departamento tiene la ventaja de contar con iluminación y ventilación natural, por lo que no se siente encerrado u oscuro a pesar de tener techos muy bajos (2.30m).

Blanca resume:

Estilo: No busco ningún estilo en particular, simplemente que me guste, pero en general lo rústico. Nada fino ni muy elaborado.

Inspiración: México. 

Elemento favorito: Barro

Mayor reto: El centro de lavado es demasiado grande para el tamaño del patio, fue muy difícil que cupiera. Y el espacio para tender la ropa es sumamente reducido.

Muebles y accesorios: Fusión de objetos de distintos lugares y estilos. El secreto es que se vean bien juntos.