Más allá de la oferta gastronómica, el sitio tiene bastante estilo, muy distinto a lo que acostumbramos ver en una taquería. En general los detalles están muy bien cuidados. Las paredes mezclan un original trabajo de pintura con un ámplio zoclo de azulejos blancos que le otorgan una apariencia de limpieza. El uso de acero inoxidabel tanto la barra de preparación de alimentos como la de servicio, nos indican que los estándares de higiene son altos.

La imágen corporativa nos encantó, predominan los colores azul, morado y blanco, el logotipo tiene un bonito diseño estilo pin-up con letras cursivas y lo vemos en el cajero, la carta principal y la nota de cuenta, un detalle muy bien llevado para branding.

En si les recomiendo el lugar, para salir un poco de lo cotidiano y común de las taquerías que en su mayoría son muy familiares y con nulo sentido de diseño.